Esta
película, más que para entretener, está hecha para enseñar, para
hacernos reflexionar, y para hacernos ver que el mundo no es tan
simple como nos creemos nosotros. Yo, cuando acabó la película, la
verdad es que me quedé sin palabras.
Muchas
veces, las personas no sabemos encarar situaciones como las que se
nos presentan aquí. No sabemos qué hacer, cómo actuar. Y otras
muchas, no actuamos como pensamos que deberíamos, por el simple hecho de que
nadie nos apoya.
El
doctor Sayer, es un ejemplo de superación. Nos enseña que, no
importa que nos digan que no podremos conseguir algo, que siempre, si
creemos en nosotros mismos, y por mucho que fracasemos, podremos
lograr nuestro propósito.
En
este caso, el propósito era ayudar a personas con una enfermedad
mental, poco conocida y para la que no había solución.
Con
esta película he aprendido que por mucho que los demás crean que no
podré conseguir algo si, como el doctor Sayer, confío en mi misma,
y soy valiente, puedo ayudar a mucha gente.
He aprendido, que aunque sea poco rato, aunque solo sea, sacar una sonrisa a alguien durante un pequeño periodo de tiempo, merece la pena.
Esta reflexión, me ha ayudado mucho, y me ha reafirmado en mi deseo de ser médico.